sábado, 13 de diciembre de 2014

Pupa

Hay ocasiones en que una gran historia proveniente del manga no siempre es adaptada de forma correcta a la televisión. Piénsenlo. Crear una serie incluye pagarle a los guionistas, a todo el equipo de animación, los grupos musicales de quienes se usarán sus canciones para el opening y ending, al compositor de la banda sonora, la orquesta, la publicidad, etc., etc., etc.



   En ocasiones, lo mejor es realizar una serie de OVAs en la que se pueda contar algunos detalles de la historia. Muchas veces también se puede utilizar para la promoción del manga. 

   Y en esta ocasión, estas reflexiones surgen al haberme chutado en una tarde la miniserie Pupa, cuya historia realmente daba para mucho más.

   La historia nos habla de dos hermanos (hermano y hermana) que sufrieron maltratos cuando eran niños: Utsutsu y Yume. Yume espera a su hermano después de la escuela, mas cuando camina por un parque, la presencia de una mariposa roja es el factor desencadenante para que se convierta en un monstruo alado que devora a los humanos. Pese a los esfuerzos de Yume para que vuelva a la normalidad, ésta devorará a su hermano mayor.

   Pero la historia va mucho más allá. El virus Pupa ha infectado a los dos hermanos. Debido a ello, Utsutsu ha desarrollado capacidades para regenerarse. Con esta (¿habilidad?), el hermano dejará que Yume lo devore de vez en cuando, todo para que no despierte el monstruo que lleva dentro.

   La historia mantiene una premisa interesante que si se hubiese explotado de una forma más convencional hubiésemos tenido una gran historia de terror. Sin embargo, se trata de una miniserie fallida. La historia se cuenta de una forma no lineal, asunto que en vez de darle originalidad a la serie, provoca que el espectador termine completamente confundido.

   5 minutos por episodio realmente no permiten que nos sumerjamos más en la historia. Muy al contrario, parece que nos encontramos con una historia a la que le fueron cortando muchas escenas hasta quedarnos con algo más que un resumen poco efectivo.

   Y sin embargo, la serie tiene algunos elementos interesantes. Resalta la escena en la que Yume devora a su hermano Utsutsu. Le escena tiene varias acepciones: si bien vemos una escena caníbal y gore realmente estremecedora, lo que más llama la atención es que hay un componente incestuoso que deja al espectador con una risa perversa.

   Sin embargo, molesta seriamente que la miniserie nos ha llegado con demasiada censura. Si bien los destazados están a la orden del día, el espectador se queda molesto debido a que se ha intentado censurar cualquier escena sangrienta.

   En resumen, una serie que funcionaría si se hubiese abandonado el intento de contarla de una forma original y experimental.



 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Las aventuras de Peter Pan

Aprovechando las vacaciones, uno recuerda con gusto cómo se transmitían sin broncas y tapujos tanto series animadas estadounidenses como japonesas. He de decir que éstas últimas siempre han tenido un toque más trabajado, historias más fuertes e incluso trágicas, pero, sobre todo, que en Japón la animación y las historias se entienden de otra manera.



   En esta nostalgia cuasi navideña, recuerdo que cuando era niño hubo diversas series que realmente me marcaron. Las gran mayoría de nosotros, cuando éramos niños, hasta cierto punto éramos otakus: veíamos muchas series japonesas. Incluso me atrevo a afirmar que la gran mayoría que disfrutamos de los videojuegos, en cierto sentido, somos otakus: véase, por ejemplo, el caso del videojuego The King of Fighters. La estética del mismo tiene un gran componente del ánime que muchos disfrutamos. En alguna ocasión, mi hermana, completa fan de este juego (y franquicia), me criticaba por ver animación japonesa, a lo que le respondí que ella también era fan debido a su gusto por este juego.

   Para no hacerla tan larga, recordando todas esas series, viene a mi mente Las aventuras de Peter Pan, de Takashi Nakamura (autor de producciones ya reseñadas en este blog como A Tree of Palme y Fantastic Children).

   La historia, a primera vista, nos transporta al clásico cuento de Peter Pan, de Wendy, de los niños perdidos y del capitán Garfio. Sin embargo, recuerdo que la trama introducía elementos nuevos para convertir el asunto en algo épico. Había toda clase de aventuras e incluso, justo al final, había un combate con una poderosa bruja en un país lleno de oscuridad.

   El Peter Pan de la serie siempre me gustaba. Era un personaje tan hiperactivo y juguetón y, de hecho, la animación del mismo nos convencía de lo ágil y flexible que era.

   También recuerdo que las caras de muchos personajes eran distintos. 

   En la trama, Garfio quería que Wendy se convirtiera en la mamá de los piratas, había menos niños perdidos, indios, etc.

   Pero un rasgo del director Takashi Nakamura presente en todas sus producciones (y ésta serie que reseñamos no es la excepción) es el de los ojos grandes y rasgados. También hay muchos personajes parecidos entre sus distintas producciones.

   En definitiva, una serie clásica con la que uno creció. A mi me tocó verla en el famoso canal 5 de México a principios de los 90's, y vaya que la recuerdo con especial cariño.



martes, 9 de diciembre de 2014

La leyenda de Korra. Tercera temporada: Cambio

Finalmente tenemos la oportunidad para ver la tercera temporada de La leyenda de Korra. Frente al escándalo de haber sido retirada del canal de Nickelodeon y que el resto de los episodios se transmitieran por Internet, muchos espectadores tuvieron la curiosidad de ver qué es lo que esta temporada nos ofrecería.



   Unas semanas después de que Korra haya eliminado las barreras que separaban los mundos espiritual y material, una consecuencia inesperada aparece a la vista: decenas de maestros aire están apareciendo a lo largo del mundo. Así las cosas, el equipo Avatar decide emprender la búsqueda y reconstruir la civilización de los maestros aire. Sin embargo, las cosas no serán tan sencillas: muchas personas que han desarrollado el aire control en realidad no querían esta habilidad y muchos no estarán dispuestos a abandonar sus vidas ordinarias.

   A la par de esta búsqueda, cuatro poderosos villanos han escapado de sus cárceles. Cada uno tiene una habilidad especial con su respectivo elemento y juntos buscarán secuestrar a Korra para llevar a cabo sus misteriosos planes.

   Si bien la temporada es breve, el espectador puede encontrarse con que el "el loto rojo", es decir, el grupo de poderosos criminales, sostienen un punto de vista anarquista en el que desean que caigan los gobiernos, que reine el caos y que ya no haya equilibrio, todo para crean un nuevo mundo. 

   La serie sigue manteniendo los estándares de calidad que la caracterizan. Hay un tipo de animación detallada, con tintes casi artísticos, al grado de embelesar al espectador. De la misma forma, el humor está a la orden del día. Es necesario señalar que la serie sigue siendo muy movida y entretenida y consigue mantener al espectador anclado en el sillón.

   Pero también hay que decir que la segunda temporada fue tan buena y se explotó al máximo el origen del Avatar que esta tercera temporada se desinfla bastante. Después de la batalla entre los dos avatars o el origen del primer avatar, esta tercera temporada tarda mucho en despegar e incluso los villanos no tienen del todo la fuerza que podría esperarse. Si bien la historia mejora después de la mitad, el final de temporada queda debiendo: la leyenda de Korra adquiere el carácter de la primera temporada, es decir, nuevamente se convierte en un complemento de La leyenda de Aang y no logra estar a la altura de esta mítica serie.

   En definitiva, una temporada interesante y que le cumple a los fans, aunque se mantiene un tanto desinflada comparada con temporadas anteriores.

Samurai Champloo

Hola:

Finalmente salimos de vacaciones en la UNAM de un semestre muy difícil. Los créditos de la maestría han terminado, y uno puede darse un poco más de tiempo para disfrutar de una buena serie.



   A estas alturas, creo que el Seinen es mi subgénero favorito. Me gusta que los directores ofrezcan tramas novedosas y realmente entretengan al espectador con un espectáculo inteligente y sofisticado. Que el lector me perdone por lo que diré, pero esta es mi impresión. En el género literario de la ciencia ficción, el escritor Theodore Sturgeon decía que el 90% de este género es una porquería. Y la mera verdad, el 90% de cualquier cosa lo es. Creo que en el anime sucede algo parecido, y mucho de los subgéneros de siempre como el shonen muchas veces muestran lo mismo de siempre.

   Siguiendo este punto, una serie sofisticada que bien ofrece una trama interesante es Samurai Champloo. Shinichiro Watanabe (Cowboy Bebop), ha sabido ofrecer una trama en la que disfrutamos de toda clase de aventuras de unos muy grises pero interesantes antihéroes.

   Fuu es una chica que trabaja en la cada del té. Pese a su buen corazón, es una chica torpe y gruñona. Mugen, uno de los dos samuráis, es un experto en peleas con espada y cuerpo que en realidad es una especie de tipo extrovertido, flojo y egocéntrico que simplemente hace lo que le da la gana. Finalmente, Jin es un samurái brillante aunque muy callado que conforme avanza la serie comienza a aflorar su lado humano. Los tres personajes emprenderán un gran viaje en busca del samurái que huele a girasoles. 

   Un aspecto a destacar es que los personajes de Watanabe siempre son grises. En ningún momento se puede decir que Mugen es el bueno de la historia o que los samuráis que los personajes van enfrentando son unas blancas palomitas.

   Pero lo que más resaltaría de la serie es el juego con el anacronismo. En un Japón medieval, el espectador puede disfrutar de un fondo musical o personajes que practican el hip-hop. Incluso hay un episodio en el que hay una buena competencia de grafiti. Pese a que esas expresiones no pertenecen ni de broma al periodo Edo, el hip-hop realmente embona perfectamente en la historia.

   Hay que mencionar que la narrativa también funciona de maravilla. La historia se va contando desde la perspectiva de los personajes. No obstante, la historia de pronto se traslada a otros tiempos (inclusive a la etapa contemporánea) o se cuenta como si fuera un documental. Pese a los anacronismos, el aspecto histórico también sobresale: la serie nos muestra que hubo grupos cristianos que fueron perseguidos en Japón y que parte de estos hechos forman el núcleo y desenlace de la historia.

   En definitiva, una serie brillante que ofrece toda suerte de elementos para ofrecer una historia fresca y novedosa.